Esta prenda nació como medio de protección de cabeza ante las inclemencias del tiempo, indicar pertenencia a algún grupo social, símbolo religioso y ocultar la falta de higiene.
Los egipcios fueron de los primeros en usar este complemento en forma de casco de cuero o de tela. Los faraones usaban pesadas coronas en ceremonias y para su vida "diaria" una cofia de tela.
En Mesopotamia usaron turbantes mientras que los griegos se cubrían con mantos.
Llegando a la Edad Media, los hombres usaban capucha o birrete que se colocaba a derecha o izquierda dependiendo de la clase social a la que perteneciese la persona.